La exigencia de excelencia en absolutamente todo aumenta cada año y no se ve que vaya a detenerse algún día. Lo que le queda al emprendedor contemporáneo es seguir el ritmo de lo que pide el consumidor.
Ya sea en la calidad de los productos, en la eficiencia del servicio o de la atención recibida, el cliente siempre va a esperar ser sorprendido. Aprende a aplicar estos sencillos tips sobre cómo dejar fascinado a cualquiera que acuda a tu negocio.
Escúchalo
Una de las mejores maneras de deleitarlo es detectar sus necesidades. Para ello, crea habilidades de comunicación, indaga más allá, pero sin ser intrusivo. Desarrolla capacidad de análisis, observa, sé receptivo con las palabras y las acciones de tu cliente. Sé persuasivo, convéncelo de que te dé la información que necesitas para que obtenga más que solo lo que ha ido a buscar. Mejora tu inteligencia emocional, sé positivo y abierto. Siempre saluda y despídete con amabilidad.
Genera valor
Para hechizar a cualquier consumidor conviértete en un experto en tu área, haz que tus clientes lo crean. Ten iniciativa, no solo esperes a que te pidan ayuda, mantente disponible y accesible en todo momento. Actualízate, debes estar a la vanguardia en infraestructura, en procesos y en cualquier cosa que puedan llegar a preguntarte. Ten siempre una respuesta satisfactoria, pero sé congruente con tus capacidades. Aprende de tus errores.
Mejora el servicio
Sonríe y sé cortés, es clave para enamorar al cliente. Ofrece soluciones de acuerdo al perfil de tu cliente, incluso cuando ni él mismo sepa lo que busca. Siempre ve un paso adelante, sé intuitivo. Interésate por conocer el contexto y el propósito del cliente para que puedas poner sobre la mesa varias alternativas y que él se sienta en control de sus decisiones. Promete lo que puedas cumplir, sé creativo.
Crea vínculos
Incentiva la tranquilidad y la paciencia. Un ambiente de honestidad donde se transmite seguridad y confianza dejará al cliente contento. Cuida tu lenguaje corporal, muéstrate sencillo, afable. Genera un ambiente de amistad e intimidad, que pueda preguntarte cualquier cosa que necesite sin temor a ser juzgado. Estudia la psicología humana, aprende a analizar a las personas. Sé respetuoso, siempre dirígete en tercera persona, da una buena impresión.
Da seguimiento
Para satisfacer al cliente, trátalo como te gustaría que te trataran, incluso mejor. Debes ser un líder, ir más allá, esto aumentará tu profesionalismo. Sé tenaz, en tus respuestas, en tus acciones. Aprende a leer el lenguaje corporal del cliente y actúa conforme a lo que veas, si no tienes manera de suplir su necesidad, no le ofrezcas algo que no le va a servir para sus propósitos. No obligues, no fuerces, no presiones, dale espacio cuando lo necesite, recuerda que tu trabajo es ayudar. Proporciona servicio posventa. Al cliente le agrada que su opinión sea tomada en cuenta. Pregunta cómo puedes mejorar.
Recompénsalos
El valor agregado es hacer que quieran regresar. Hazles regalos. Crea eventos especiales donde apliques descuentos. Los detalles como cupones o distinciones de cliente frecuente, los harán sentirse valorados. Recordar elementos de sus visitas anteriores, incluso preguntar sus nombres, crea un vínculo satisfactorio. Haz que se sientan importantes y quieran regresar.
“La mejor publicidad es la que hacen los clientes satisfechos”.